Si usted degusta una fabada asturiana, un cocido madrileño o unas babarrunas de Tolosa, olvide el Omeprazol, el AeroRed y no lo dude: hoy en día lo mejor para limitar la emisión de gases contaminantes es un Volkswagen. Das Auto. ¿Te gusta conducir? Preguntan los alemanes, tan serios, tan modélicos, tan germanos, tan poco dados a la picaresca cañí que nos caracteriza. ¿Te gusta timar? Podría resultar una pregunta más adecuada dadas las circunstancias. Resulta que Volkswagen falseó las emisiones contaminantes de once millones de carros que van rulando por el mundo escupiendo esputos, miasmas y gargajos de zombi en ayunas, una tos perruna de porrero con letanías ahumadas de tubo de escape. Una delicia oiga. Estos de Volkwsagen parece que les dio por Passat de todo o son bastante Golf-os. Vamos unos Jetta a los que habría que decir Bettle al carajo. Audi-encia no les falta con la que han liado. El caso Volkswagen –cómo mola decir Volkswagen- revela además que en todas partes cuecen habas. Aunque no deja de ser sorprendente que el gigante alemán de automóvil tenga pies de Nueva Rumasen.
FUENTE: La Nueva España