Artur pedía Mas madera y a Duran le ha parecido que la ocasión la pintan calva. El Rey Artur ha conseguido lo impensable: un divorcio más sonado que el romance de la Preysler con Vargas Llosa. Convergencia i Unió ahora es Divergencia y Desunió. CiU ahora es C y U. Como C&A pero sin trapitos con los colors de la estelada. Ni el triplet espetec del Barça ha reconciliado a Artur y Josep Antoni en crisis matrimonial desde que Mas se pusiera a hacer ojitos a Oriol, la CUP y todo aquel que desayunara pan tomaca, almorzara calçots, merendase butifarra de Vic y durmiera con barretina. A Duran es que le gustan mucho los desayunos del Palace donde lleva pegándose homenajes de nivel Txistu antes de cada sesión de control en el Congreso desde Naranjito. No quiere que con esto de la independencia se le acabe el chollo. Debe ser que los desayunos del Palace son mejores que los del Majestic. Por su parte, Su Majestic Mas, el Rey Loco, tiempo ha que ha decidido echarse al monte y lucir sonrisa de Gioconda en presencia de Felipón VI en plena atronadora pitada en final de Copa, antes que evitar la marcha de su soçi con insignia de oro y brillantes desde los albores de la democracia. Qué pena. Artur y Duran hacían buena pareja. Lo que unió la Senyera no lo separe la estelada. Cujons. Se le acabó la paciencia con Convergencia.
FUENTE: El País