El nuevo concejal madrileño de Kultura, con ‘K’ de Vallekas, va a acabar cual bucanero a la deriva: fulminado por un Rayo. Lo cierto es que a Guillermo Zapata le ha estallado la revolución mexicana en la cara y no lo va a salvar ni Pancho Villa. Vale, como dice él, que todos somos un poquito bocazas en algún momento de nuestras vidas. Y vale, que casi todos, alguna vez hemos contado algún chiste de monjas en un convento. Pero si confundes un botellón con la constancia por escrito y en lugar de piar en tuiter, cacareas como una cotorra senil, el problema no es humorístico, es mental. Se preguntaba el cómico Rick Gervais si se puede hacer una broma sobre cualquier cosa. La respuesta es sí pero todo depende de la calidad de la broma, afirmaba antes de ‘cascarse’ un turbio chiste sobre pedofilia. El problema es que el chiste del cenicero es tan malo como aquel que respondía a una pregunta existencial que todos nos hemos planteado alguna vez: ¿Cómo metemos a 1000 maños en un 600? Diciéndoles que no caben. Al final, asumiendo que Zapata está mejor con un zapato en la boca, llama la atención que ningún Pullitzer de investigación de los que pululan la Caja Tonta haya advertido de la existencia de unos tuits añejos de 2011. Salen ahora apenas unas semanas después de los Soviets de la Esperanza y se desata la SinRazón de Marhuenda pidiendo su cabeza. El más sensato; Antonio del Castillo, salpicado en otro tuit del lumbreras: “Me conformo con que le llamen la atención”, dice; pero la verdad es que Zapata se merece una colleja como la Catedral de la Almudena.
FUENTE: El Mundo
Por lógica tendría que dimitir, por bocaza, aunque haya sido hace algún tiempo. Y creo que lo hará.En la vida pública no caben ningún tipo de comentarios de este tipo. Ahora bien, muchos más tendrían que dimitir por comentarios iguales o mucho peor, por ejemplo el ínclito Rafael Hernando cuando dijo "algunos se han acordado de su padre cunado había subvenciones para encontrarlo"