En el tintinesco país de los Soviets imputada se dice impuTania y los enemigos de las hordas bolcheviques que algún día se alzarán sobre las cenizas del capitalismo para mayor gloria de la Madre Rusia están que dan palmas con las orejas. Directa o Indarectamente. No se conforman con calabazas para el Coletas, quieren gulag para Tania aunque sea en Rivasgrado, o en su defecto que la rubia pique hielo en camiseta en Siberia. Al parecer Tania y su papá votaron a favor de la concesión de contratos por valor de 1,4 kilos para la empresa de su hermano, dedicada a la noble tarea de impartir cursos de kapoeira y clases de batería. Todo queda en casa. El caso sería de de Aúpa y no es coña, que así se llama la cosa, de no ser porque parece un pis en el océano de cacota sobre el que naufraga nuestra política. Tan-ia es así que menos de 24 horas después del Rivasgate, la Púnica suma a otros cuatro guerreros a sus filas, entre los que destacan Lucía Figar y Salvador Victoria, ambos muy coleguis de la lideresa que destapó la Gürtel mientras almorzaba albondiguillas en Boadilla. Para estallarte un Granados en la cara. Sin embargo a Tania que su hermano tocara el bombo le puede salir muy caro. Tan cara como le salió la broma de la entonces Primera Dama de Pablemos a Izquierda Unida en Madrid que ha acabado como Palmira tras una excursión cultural del Estado Islámico.
FUENTE: El País