Insultando que es gerundio. Y reprimiendo que es más gerundio todavía. Lo de las animaladas en Twitter va a acabar trayendo tanta cola como la victoria de Conchita Wurst en Copenhague. Es un hecho. En Internet abunda la morralla. Depravados, degenerados, descerebrados e imbéciles de todo pelaje rebuznan amenazas y estupideces jugando al vale tudo con el diccionario. Otros sin embargo se dedican a sacar punta a la katana ante la pantalla. Y hay incluso quien alardea ante las cámaras de su pericia al World Of Warcraft: Como persona podré ser un mierda, pero que como elfo soy un señor. Ahí queda eso. En la red de redes se pescan muchos besugos. Sin embargo una cosa es piar en Twitter y otra graznar cual alimoche carroñero descontrolado. Quien se mofa de un asesinato probablemente tenga por graduado escolar una etiqueta de Anís del Mono. Y el que a propósito del Maccabi relaciona gas con israelita demuestra que los pedos también se pueden tirar con la cabeza. En la calle es más sencillo: en un bar de Tel Aviv le hubieran dado una paliza de varios tirabuzones. Otra cosa es legislar en caliente, deporte habitual en Moncloa y alrededores. El sumo sacerdote Fernández Díaz quiere endurecer el Código Penal y el Faraón Gallardón se lo piensa. Cómo aplique una ley como la reforma del aborto, en Twitter sólo se nos permitirá escribir el nombre de usuario. Será como volver a Napster para al final acabar todo en transfer error. A veces es mejor aquello de palabras necias, oídos sordos. O a fonemas emitidos por laringes inconscientes, trompas de Eustaquio en estado de letargo. Claro que eso no cabe en 140 caracteres.
FUENTE: Expansión
Si ya con la legislación vigente y aplicándola parece que ser que hay respuestas a esos desmanes,retocar la legislación ahora y de prisa más bien sería trastocarla.¿Y quién nos garantiza la libertad de expresión en todas sus facetas en este contexto? ¿No sería un pretexto para menoscabarla? No seamos cagaprisas y tiempo al tiempo más propicio y consensuable.
La evolución tecnológica pone al descubierto nuevas situaciones y hechos que es necesario regular, aunque este caso sea una tarea díficil, hay que poner límites una vez más, que sí que están difusos. Desde luego que las redes sociales no pueden ser territorio sin ley. La legislación en caliente, es muy propia del género humano, a veces supone cometer errores por la rapidez, pero es inevitable en ocasiones ante la aparición de nuevas necesidades.
Madre mía qué sensibilidad la de nuestros políticos. Y yo me pregunto, ¿no es también una forma de violencia que te echen de tu casa a patadas, véase los desahucios, o que el político de turno tache de terroristas a manifestantes? ¿Por qué no se legisla eso?
Hay gente para todo,también se insulta por la calle, en cualquier sitio.Nos van a poner un bozal al levantarnos de la cama.Algunos se deberían quedar todo el día durmiendo.
Muy buena la tira de hoy. Legislar en caliente, la verdad es que no es muy buena consejera. Asimismo, el Gobierno es muy de sinécdoque tomando la parte por el todo. Que hay descerebrados que se amparan en la red, pues claro que sí, pero también los hay en las multinacionales, en los fondos financieros que andan hundiendo economías y nadie dice nada.Y también habría que ir por ellos.