Ayer comenzaron las hostilidades electorales y ya tenemos un saco de punching-ball repleto de memeces y tonterías. Sin ir más lejos, cabe destacar el brote Woodstock de Elena Valenciano que cual hippy enamorada de las que hace el amor y no la guerra confesó estos días a la concurrencia los ídolos de su infancia: Jesucristo, El Che y Felipe González. Por conziguiente, de peyote, oiga. Suponemos que sus músicos favoritos son Schubert, Mettalica y los Fresones Rebeldes.  Pero más allá de la psicodelia sociata de Valenciano, en el PP también abundan los psicotrópicos electorales. Socarrón Cañete, a la par que zalamero, como ese carnicero de la esquina al que vas a comprar un filete de pollo y te acaba colocando tres chorizos, dos cabezas de jabalí y  medio cordero, ha puesto un mote a Valenciano. Y entre su público mitinero hubo gran regocijo.La chica de ayer la llama . Curioso que este apodo lo coloque Cañete que es chico de antes de ayer.  Y hablando de antes de ayeres. Andan revueltos en Génova con  su particular perrito Tristón vagabundeando por los alrededores de Colón y Alonso Martínez. No sabemos si le han echando, si no le quieren, si no hay nada que hacer… el caso es que Aznar necesita a alguien que lo cuide y lo sepa comprender. No será Don Mariano desde luego que le ha limpiado de todo mitin para perplejidad de su amiguete Cañete. Por si acaso, Espe se ofrece a montar uno…rapidito. Aunque no sabemos si quiere mitin o necesita un copiloto para su próximo Rally Safari en la Gran Vía. Suma y sigue. Esto acaba de empezar y nuestra tostada ya rezuma buen paté. Paté de campaña.
 

FUENTE: El Mundo