Empezamos con marineritos agitando banderas en Sebastopol en plan Acorazado Potemkin, pero últimamente las fotos que nos llegan de Ucrania parecen salidas del Call of Dutty, la Llamada del deber de Putin. Mucho Modern Warfare, poco Medal of Honor. El oriente ucranio parece sacudido por una suerte de cantonalismo al estilo de la I República española. Cambie usted los cantones de Cádiz, Sevilla, Granada, Alcoy y Cartagena por Slaviansk, Jarkov o Donestk y tendrá una de cantonalismo estilo Vladimir con esa mala Osetia tan característica que tiene. Hoy por hoy, mejor que Lekeitio, el veraneo ideal de un batasuni es Crimea. Sin embargo, a Vladimir esto de los cantones le suena a cantonés y a euskera las sanciones de Occidente. Básicamente le traen al pairo. Él envía a sus prorusos enmascarados a la manera en la que mando a los kontrakniki a Chechenia en los 90. Amables convictos mercenarios reclutados de las cárceles rusas con derecho a barra libre para la salvajada en otra antigua república soviética. Un cirujano de por allí que curó por igual a rusos y chechenos, denunció a los kontrakniki, y vive en el exilio de los Estates temeroso que de que un agente de la KGB asome un día la cabeza por el inodoro. Siete inspectores secuestrados, un alcalde tiroteado y unas cuantas televisiones ocupadas para emitir Anna Karenina durante 24 horas consecutivas después, Putin se hace el orejas. Un tipo que caza osos siberianos sin camiseta no se amedrenta fácilmente ante las sanciones de ese Club de Bridge en que se ha convertido Europa, mientras Obama hace chin-chin en Manila. A fuerza de meter gas, esta Guerra Fría ya es demasiado caliente.
FUENTE: ABC
Antes de arreglar fronteras lejanas y ajenas, mas vale arreglar las propias (Ceuta, Melilla, Gibraltar, Cataluña) ... ¿O es que Putin ha venido por aquí pa´arreglar las fronteras entre Cataluña y Aragon? Que yo sepa no hay barcos de guerra rusos en el Caribe, pero sí hay barcos americanos en el Mar Negro ...