The groundog day. El Debate sobre el Estado de la Nación. El día de la marmota. Atrapado en el tiempo. Un día sin fin.  Breaking Day. My name is detective Brett Hooper. And this is the day that changes everything.  Así está el tema.  Reloj no marques las horas porque voy a enloquecer.  De Bill Murray Cazafantasmas a Mariano Rajoy, el Fantasmón cazado. La vida sigue igual. Hagan la prueba. Sintocinen un Debate sobre el Estado de la Nación noventoide – Vayase Señor González, Mire uzté-  y compárenlo con el de ayer. Hoy y ayer, la misma caca es. Cojan un soliloquio pre-socrático Zapateriano y analicen la prosa actual del de los chuches. Verán cómo ambos inducen al suicidio. Vean después el documental sobre la reproducción del centollo ibérico en cautividad de La 2 y traten de encontrar las diferencias. A la hora de la siesta, ninguna.  Y es que ¡Eh cuate, aquí hay debate!  Un coñazo. Ayer, hoy y siempre. Uno lee cosas añejas de la Historia y se encuentra por ejemplo con Churchill. Ya saben, aquello de sangre, sudor y lágrimas. Igualito que Rubalcaba mirando al suelo cada vez con menos pelo. Total, hay que ser muy fan, o muy vicioso,  para chuparte sin palomitas el Debate Sobre el Estado de la Nación 2014. Desde el sesientencoño todos son iguales. Es decir un pestiño absoluto que se repite más que un ali oli flotando sobre sopa castellana. Salvo para los forofos del Congreso, esto es sus señorías, que cuando no se echan una partidita a Candy Crush, se pasan el debate tuiteando, farfullando, resoplando, aplaudiendo y abucheando. Se les llena la boca hablando de soberanía, para que al final sean todos son más grouppies que Marhuenda. Cuando veo este debate me pongo colorao. Una y otra vez. Over and over again. La Marmota es diputada en la Carrera de San Jerónimo.
 

FUENTE: El Mundo