Nos la tienen jurada. Como diría Fernando Hierro no saben cómo jodernos. Nos han llamado PIGS. Cerdos y nos han puesto a un régimen más destructivo que la dieta Duncan. Tan es así que hoy en día bajas a comprar chorizo y el charcutero es un Hombre de Negro. Resulta ahora que a nuestros sonrosados guiris gamba les fastidian las siestas. Primero fue The Telegraph, ayer The New York Times. Ingleses y americanos, primos hermanos. Los primeros son los mismos que regurgitan pinta en mano en un Pub de Liverpool Street y el eructo se escucha en Salou. Los segundos son los mismos que creen que en España vamos todos por la calle vestidos de toreros. En cualquier caso, un tal JIM-  que debe ser periodista, no el entrenador del Valladolid- firma en el New York Times un artículo donde nos llama vagos. A usted. A mí. Y a todos los españoles. Incluido Artur Mas. De momento.  Dice que qué es eso de ver el “furbo” a las diez de la noche. Que qué es eso de echarse siestas cual gorrinos en la charca. Que qué es eso de ver la TV hasta la una de la morning. Antes de enarbolar nuestra casposa bandera Campofrío hay que decir que algo de razón… tiene. Don Paco de Calzados Prieto tiene que hacer negocios con el señor Stokerman de Zapaten Corporation. Desde Germania llaman a Don Paco a las ocho de la mañana. Don Paco todavía no ha llegado. Llaman a las once y media. Don Paco ha bajado a desayunar. Llaman a las dos. Don Paco está almorzando. En estas resulta que Don Paco llama al Señor Stokerman a las cuatro de la tarde. El señor Stokerman está en su casa con su mujer y sus hijos. Tan cierto es lo que dice el New York Times como que en los Estates uno encuentra ammo para su AK-47 al lado de los Chimos junto a la caja de cualquier supermercado. This is America. Y Spain is different.

 

FUENTE: The New York Times