Comienza el Salón del Manga en Barcelona y sorprende la ausencia de muchos políticos. Ya sabemos que lo del Manga les gusta un rato. Jaume Matas por ejemplo es todo un otaku: los sobres de dinero negro rulaban sin control en los despachos del PP balear bajo su mandato. Viva el Manga. A Artur Mas nadie le esperaba vestido de Son Goku pero sigue lanzando kamehames aunque esté de gira en la Madre Rusia. Como no le dejan ser europeo igual le da por ser satélite de Putín.  Él se siente Rasputín.  Y eso que la Junta Electoral le ha dejado sin efectos especiales al cancelar el spot oficial de la Generalitat para el 25-N. Una mezcla de épica, orgasmo y Diada que parece haber costado la friolera de 270 y pico mil boniatos.  Ni que lo hubiera producido la Disney que ha comprado Lucas Films y como Mickey, Artur Mas, o el Pato Donald, también se ha pasado al Lado Oscuro.

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