Cuatro balones de oro. Cuatro kilos de pufo con el fisco y tres delitos contra la Hacienda Pública. Leo que Leo Messi ha sido acusado de fraude.  Lío Messi. Y no lo dice la Caverna Mediática, ni la Central Lechera. Por no decirlo no lo dice ni Franco, ni el espíritu irredento de Don Santiago Bernabéu.  Lo dice la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona. Según el Barça, una farsa oiga, destinada a la autopromoción del Fisco, como lo oyen, para la que se habrían servido de la imagen del astro argentino, que Hacienda somos todos. No sabremos si saldrá Toni Freixa, Pelo Pantene, a dar la cara, pero a eso se le llama echar balones fuera. Nada de Tiki Taka. Patapum p´arriba.  Cuando tu astro se vuelve Astraco, los Mundos de Yupi se cuelan en Can Barça. El caso es que cogieron a Messi gambeteando con papá en varios paraísos fiscales. Es la denominada Copa Milloncete. Un kilito bajo la alfombra en Belice, otro guardadito en Uruguay y alguno más,  como no, ingresadito en Suiza, no vaya a decir algo la UEFA que por algo tiene su sede en Zurich. Sin embargo hemos comprobado que al Fisco no lo regatea ni Messi con las hormonas desatadas. Que la cosa está muy mala. Pero no precisamente para Leo, que factura 30 kilos al año. Más que rácano, es obsceno. La pela es la pela. En fin… todo se pega.  Neymar ha estado sólo un día en Barcelona y ya habla catalá como Josep Plá. En cualquier caso,  dice la Fiscalía que el cerebro del fraude de Messi siempre fue su padre. Messi. Padre. Cerebro.  Sobre esto no tengo ninguna duda.
 

FUENTE: El Mundo