Sin aditivos. Sin colorantes ni conservantes. Aznar en bruto que es como mejor sabe. Es decir sin pantallas de plasma. O sin marianiles presidentes ectoplasma poniendo cataplasmas. Jose Mari en directo repartió más leña que Pepe cuando pasa mala noche. Anoche, Jose Mari desde la tele, entró en el Saloon de tu casa cual forajido dispuesto a vacilar al sheriff y vaciar su revólver. Tuvo para todos. A José Mari no le gusta nada. España no va tan bien con Don Mariano como apuntaba su dedo. Ya no charlan como antes. Y anda tan disgustado que sólo le alegraría una bajada de impuestos. Ya se sabe que la Esperanza es lo último que se pierde. Por no gustar, como a los viejos de los Teleñecos, no le gustó ni el propio programa. Ni sobre todo algunas preguntas que llegaron en sobre, recién sacadas del horno crematorio de la Audiencia Nacional, a las que respondió con su característico rictus de cowboy de Texas que te reta a un duelo cara al sol  en OK Corral. Y si la pregunta versa sobre la boda medieval de su niña en el Escorial… eres hombre muerto, forastero. Da igual que la pregunta vaya con vaselina y que la formule Marhuenda. Si tiras de la Correa, José Mari muerde y apaga y vámonos si en las bodas reales del PP, la Gürtel paga las luces. Aznar sacudió El País entero. Sin PRISA pero sin pausa. Dice que allí le odian y añado: que le pregunte a Mourinho. Ante semejante panorama, no tuvo pelos en la lengua ni, sorprendentemente, en el bigote: “Nunca he eludido mi responsabilidad, cumpliré con mi responsabilidad, con mi conciencia, con mi partido y con mi país, con todas sus consecuencias, y no tenga usted ninguna duda de ello”. Tiembla. Tiembla Mariano. Tiembla.   José Mari ya está trabajando en ello. Ayer mismo por la noche estuvo trabajando en ello exactamente.
 

FUENTE: Antena3