El 6 no es un número cualquiera. Es una cifra infernal. No en vano, unos cuántos seises tenía el pequeño Damien tatuaditos en un rinconcito de su cabeza antes de liarse a lanzar profecías demoníacas.  Seis toros, seis, debe lidiar un torero en solitario para salir a hombros de la plaza. El seis es un número chungo. Lo lleva Khedira en el Real Madrid y no veas si es un tronco. Seis, seis, seis. Seis millones de parados y subiendo. Para que luego digan de los punkarras que ayer la prepararon en el Congreso. Radicales, dicen; antisistema proclaman. Criaturitas. Aquí el verdadero, genuino y auténtico antisistema es el que gobierna con un 27, 16 % de paro. Seis millones de parados son muchos para apuntarlos en la cuenta de un solo Ministro o Menestra de empleo. Empezamos con Jesús que se coció en la Caldera del Ministerio antes de tener Ideas de bombero con Amy Martin, La Fantástica. Podríamos seguir con el pastel de Corbacho. En 2009 decía que nunca llegaríamos a los cuatro millones de parados. Pobre Celestino. Siempre se quedo corto. Zapatero, el del pleno empleo, ya no podía conciliar el sueño y se tenía que tomar una valeriana antes de irse a la cama. Nosotros, antes de irnos al garete, teníamos que conformarnos con un Valeriano. Gómez. Que hace unos días era un pancartero más en la manifa contra la reformita laboral de chichinabo del gobierno zapateriano.  Luego llegó Don Mariano al rescate y puso a Fátima Báñez al frente del Ministerio. Con esta señora, Ministra Martes y 13 que confunde éxodos y exilios con movilidades exteriores, sólo nos queda rezar un poco. Ora, ora, pero non labora.  Y todavía Gobierno y patronal sacan pecho con la reforma laboral. Se han destruido empleos en agricultura, industria, construcción y servicios, pero, oiga, toda la casta sigue trabajando. En ello, que diría José Mari. Supongo, que diría el Doctor Stanley.  
 

FUENTE: El Mundo