La que se avecina. Allí, allí, allí no hay quien viva. Allí, allí, no La comunidad de vecinos de la península de Corea no deja de ver crecer la derrama. No es cuestión de goteras en el techo o humedades en los bajos. En la península de Corea están mal de la azotea. Al administrador de la comunidad le apuntan con misiles y al vecino de abajo le ponen… amarillo. Y a ellos no se les ocurre otra cosa que celebrarlo con mascletás armamentísticas poco pacíficas en el Pacífico. Así están las cosas en el Paralelo 38. Para lelo, Kim Jong- un, el auténtico heledelo. Por declarar guerras que no quede. Apuntado queda. Los estates en la diana de unos misiles que sólo rascarían Alaska con fuerte viento de levante. Algo así como conquistar Marruecos para acabar en Perejil. También podrían disparar a Seúl. Que apunten bien que está a menos de 200 kilómetros de Pyongyang. Desde Andorra, porque el que no fue a Damasco perdió su Siria, dice Ban Ki-moon, habitualmente en la luna, que ‘las amenazas nucleales no son un juego’. Juego en plan parchís no sé si será pero para sus compatriotas, lo del heledelo es un auténtica tomadula de pelo. Kim Jong- un, hoy denominado El Comandante Brillante, estudió en Suiza. Como Bárcenas. Allí se volvió loco con la Playstation, Nike y la NBA. I love this game. Vestía Levis y camiseta de los Chicago Bulls. El sueño americano. Tan es así que una vez al mando de Corea del Norte, con apenas 30 años, ha levantado la prohibición en el país sobre ciertos símbolos estadounidenses. ¿Lincoln? ¿George Washington? ¿Mc Donald´s? No. Mickey Mouse, Winnie The Poo y Dumbo. Amenazas, gulags y hambrunas, pero Kim Jong Un sigue con su cuento. Y todavía se creen su patochada. De Pato Donald, claro.
FUENTE: El Mundo
Hola, soy un alto cargo de una empresa fabricante de armas. Todas las noches antes de acostarme, rezo: “Que haya guerra, que haya guerra, coreanito de mi vida, que eres guerrero como yo, por eso te quiero tanto y te vendo mi fabricación…” Espero fervientemente que mis plegarias sean escuchadas, que las cosas están muy achuchadas con la cosa de los misiles…