Hay días en los que uno se levanta con el pie izquierdo. O días que te sientes chof. Vamos que si te preguntan a qué huelen las nubes se te viene a la cabeza el sobaco de un churrero. La noche es oscura y alberga horrores pero Cada Mañana Salía el Sol. Una pena. Me gustaba levantarme y escuchar cómo nuestro Malhechor favorito desplumaba a algún noble cantimpalo. Que fuera Stark o Lannister no tenía importancia. Y eso era lo bueno.  Además de las noticias, los deportes -con esas conversaciones entre el ‘Titán’ y la ‘Tanqueta Asturiana’- la tertulia y el cachondeo. Ahora por culpa de la mala prensa me quedo con mala onda. A este respecto, como si fuera Leonardo -Da Vincci, no la Tortuga Ninja- me remito a ‘La Última Tira’, récord en visitas y comentarios, por cierto. Ese minutito diario no me ha hecho rico: me ha hecho feliz. Sesenta segundos en plena libertad. Como un animal salvaje. Gracias Melchor. Gracias a mi amigo, Juan Fernández Miranda. Gracias. Por la confianza. La libertad. Por creer en la tira. Y por ponerle título. También gracias - las que ellos tienen- a mis queridos comentaristas de éste nuestro blog: Willow y  Fanelli, La Lupe, Serser y Supermami, Funcionata y Cuco,  San Vicenteño, Joan, Conguito y Fernán Moreno…. Y alguno me dejo.  A Antonio Ruiz. A Laura Palmer. A  Maicar. A Maria Gil…etc. ¡No dejéis de píar en Twitter, impíos! A Lorenzo, nuestro  Man Behind The Courtains, el ingeniero de este blog. Familia y amigos. Honorables y calandracas.  Gracias a todos. Sobre todo a mi musa con rizos. Mi inspiración.  Imprescindible el amor con el que ha escuchado ‘chiste por chiste’ antes de emitirlas cada una de las tiras. Se me cae una lagrimita en el teclado. Sólo me faltaba morir electrocutado. No creo. Éste muerto está muy vivo. El Martes 19 de marzo, La Tira Se Estira.
 

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