Se ha hecho largo pero, al final, Pepiño Superstar ha vuelto al prime time. Con lo que le gustaba ponerse las katiuskas y pisar todos los charcos. Eran otros tiempos. Ahora Blanco lo tiene tan negro que tiene que salir a la palestra para sacudirse el acoso y Dorribo. En una comparecencia sin plomo, a Pepiño, con mirada de topillo cegato, le ha fallado el diesel. El nunca derrapó en una gasolineira galega, dice. Tampoco recibió nunca un sobre con 200.000 euros de un empresario cantimpalo. De estos sobresaltos se encargaba el primo de su primo. Un tal Manolo Bran. Como los cereales, el desayuno de los campeones. Como el caso de Pepiño. Blanco nos ha vendido hasta su libro. Una obra inconclusa de Ediciones ZP que apunta a bestseller: La presunción de inocencia. Reflexiones. Por José Blanco, ex Ministro de Fomento del Amiguete. El colofón es que si hay juicio, Pepiño dimite. Sutil diferencia. Entre imputado e imputeado sólo hay una letra. Así suena ‘No hay caso ni lo habrá’. Es la triste muñeira de Pepiño. Manda carallo. Para no haber caso, está hecho un campeón.
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"Pepiño ,Pepiño,que estos chanchullos no son de niño".A ver si os enteráis politicastros,que no podeis favorecer a vuestros tíos primos,consuegros,yernos ....y amiguetes ,que la pasta no es vuestra,ni los solares,ni las franquicias,que la pasta es nuestra de todos los imbéciles que nos chorizean ¡A VER SI OS ENTERAIS1
Más allá de la responsabilidad penal, existe una cosa que se llama responsabilidad política. Blanco debe dimitir ya - de hecho ahora sólo es diputado para ser aforado- y Camps debió hacerlo mucho antes. Camps es un pieza: grave delito fiscal con la visita del Papa, Valencia, epicentro de la Gürtel y 'amiguito del alma' del Bigotes... pero claro son solo los trajes
Serser, lo de Pepiño ha salido hasta en el papel de water. Que no lo hayas visto es otra cosa. Y lo de Camps, pues hombre, si hubieran sido un par de trajes los hubiera pagado él mismo. Camps y Barberá, imputación ya! Y Pepiño dimisión.
Pepiño niño era el tonto de la clase cuando estudiaba en el colegio, el Blanco de todas las burlas. Luego creció y se hizo político (aunque no sé cuál de estas cosas sucedió antes) y se tomó cumplida venganza de todas estas burlas creyéndose el más listo de la clase por el camino fácil, el de los chanchullos de gasolinera y de aquí mando yo, el que era tonto y ya no lo soy hasta que no me pillen. Pero le pillaron, oyes, qué mala suerte.
La realidad es que toda la farandula mediatica se monto por los trajes y yo, de momento, no he visto ni punta ni iceberg ni nada. La realidad es que a los medios solo les interesan algunas noticias de corrupción aunque finalmente los políticos resulten absueltos como es el caso de Camps. Veremos qué pasa con Pepiño pero si finalmente le condenan los medios habrán demostrado, de nuevo, que no consultan con ningún jurista antes de darle la suficiente importancia a un caso judicial de corrupción
Lo de Pepiño es de traca aunque me da la impresión que su partido lo ha dejado de la mano de Dios.Huele mucho a podrido y a gasolina.Me temo que en esta historia se quemará más de uno.Al tiempo.
Serser: hay que ser ingenuo para pensar que lo de Camps son solo unos trajecitos, que por cierto, de cutres no tienen nada. Camps y sus trajes son sólo la punta del iceberg de una Valencia arruinada. No hay ni un sólo político condenado por Gürtel. ¿Pepiño dimisión? claro. ¿Camps dimisión? pues también. ¿Condenados? Ojalá ¿Prensa parcial? Pues del todo