Aunque siga siendo el Rey, no habrá más rancheritas de Hugo Chávez en Alló Presidente. Tampoco volverá a oler a asufre en la sede de Naciones Unidas. Se fue un artista. Aquel que no callaba ni con un por qué no te callas.  El comandante de la farándula. Se va el inventor de lo Bolivariano sin Bolívar y nos deja un Chavismo sin Chávez. Algo así como una revolución desde el salón sin Beatriz Talegón.  El invencible Gorila Rojo deja a  Nicolás un plátano caliente. No sabemos si está verde o está Maduro. Cosas de la banana y sus repúblicas. Ya saben que el mango, cuanto más rico, más madurito. Tras su momento Arias Navarro, Maduro se hace con el chiringuito. Así lo decidió el propio Chávez, en plan Simón dice. Bolívar, claro. Casi cinco meses atrás un cascado Hugo Chávez ganaba las elecciones al más puro estilo Fragasaurio. Ahora el desenlace del culebrón venezolano es incierto. Como el Cid Campeador, no descarten que Chávez sea de nuevo candidato. Y qué carajo. P´alante Comandante.

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