La serpiente multicolor sigue de subidón en subidón. Sólo tras una Oprah hostil, Lance Armstrong cantó La Traviata. Y tras el atracón del heptacampeón de palo del Tour ya intuíamos que esto del dopaje nunca iba a llegar a buen Puerto. Menos en España. Y menos a este ritmo. Hoy empieza un juicio, el de la Operación Puerto, que lleva siete años haciendo la goma con el coche escoba. Los hijos del viento que tenemos por jueces ya podrían haberse dado un chute de eritropoyetina. Algo de eso había entre las 200 bolsas de plasma sanguíneo congelados, los auténticos Ultramarinos del Vampiro, que encontró la Benemérita en el piso de Eufemiano Fuentes, director técnico, ginecólogo canario y admirador de Nosferatu. Tanto tiempo ha pasado que uno de los principales imputados tiene Alzheimer y otro se ha suicidado. Pero no sólo eso. Es que en aquel entonces en España ponerse hasta el culo para subir Tourmaletes no era delito. Me voy a comer un solomillo que me está dando la pájara.  

FUENTE: Si no lo oyes, haz click aquí