Mon Dieu de la France, la cosa está muy malita en Mali. Resulta que una panda de Al Qaedas, y un grupo de tuaregs que tenía subcontratados Gadafi, han montado en el norte del país una fantasiosa república islámica llamada Anzawad que vendría a ser el Eurodisney afgano. Los más malos de Mali quieren montar además el taco en Bamako. Una merienda de negros.  Y Francia, que inventó la eau de toilette, ha dejado de mear colonia. Quién iba a pensar que Hollande, con esa  ínfula de Amelié que tiene, se liara a bombazos en plan comandante en jefe. En los zulos del desierto, los rehenes se están acordando de su madre. Pero no sólo eso. La France, el país con más moros del continente, ve como el Club de Fans de Osama declara la guerra a la baguette. Seguro que en breve cae caricatura de Mahoma vendiendo costo en los Jardines de Luxemburgo. Mientras tanto, ONU, UE y OTAN aplauden, se reúnen y se escaquean. Ya se reunirán otro día para acordar reunirse de nuevo. Porque… a todo esto ¿hay petróleo en Mali? Porque en Damasco nadie perdió su Siria. 
 

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